Congelamos la belleza de los cerezos y nos preparamos Pink Sakura.
Tal vez no podamos viajar en estos momentos, ni llevar a cabo todas esas actividades en el exterior que tanto nos inspiran.
Pero la esperanza, la ilusión y las ideas también las encontramos en casa.
Esta es una idea excéntrica que nos funcionó. Conseguimos flores de cerezo japonés y las congelamos. En casa pueden usar cualquier flor comestible o las rosas que acompañan cualquiera de nuestros tés.
El objetivo es distraernos y relajarnos.
Con esta bebida en mano, vamos a viajar un rato hacia el festival de flores japonés, el Hanami.
La isla japonesa, desde finales de febrero hasta el 10 de abril, florece poco a poco hasta estar completamente rosa y blanca por los cerezos. Cada año se marca el día en que se celebra en cada provincia, que coincide cuando abren los cerezos.
La temporada de sakuras comienza en la isla de Okinawa, al suroeste del país, a finales de febrero y termina en la isla norteña de Hokkaido a principios de mayo.
El Hanami, 花見, "ver flores" sucede en el día. Luego es Yozakura, 夜桜, "cerezos nocturnos" en la noche.
Y así es la celebración: todas las familias salen juntas a comer debajo de los cerezos. Este año muchas de estas tradiciones se suspendieron, pero eso no impide que honremos el inicio de la primavera, la familia, los amigos y su magia en casa.
Las sakuras, o la flor de cerezo, tienen raíces tradicionales en Japón porque eran el código de los samuráis. Por su belleza, esplendor y su fugacidad.
En estos momentos, este festival y esta flor nos brindan muchas enseñanzas. No nos extendamos hacia el futuro, más bien contemplemos el presente y vivámoslo.
Pronto retomaremos nuestras rutinas y tradiciones.
Prueba en casa con nuestro té inspirado en la Sakura.
Pink Sakura.
